Es cierto, podríamos dejar que el dolor nos consumiera
o dejar que los eclipses oscurecieran nuestra vida...
Podríamos sentarnos en el camino y dejar de desear las cosas
o dejarnos de todo y continuar sintiéndonos acabados...
Podemos elegir el si o el no, pero al final la decisión es
enteramente nuestra.
La vida es un cuadro en blanco cuyas pinceladas comienzan
cuando empezamos a vivir... lo bueno y lo malo son trazos necesarios
para la creación de una gran obra. La vida consta de capítulos,
y cada uno es mas interesante que el otro... ¿qué aprendemos?
¿qué vivimos? ¿a quiénes conocemos? ¿qué descubrimos?
todo es color que se mezcla entre si para obtener mejores e innatos colores.
Tristeza y soledad más angustia y al final un acabado de felicidad no forman
otra cosa más que nuestra historia... somos genios guiados por
la verdad de nuestro corazón... el marco, la gente que nos quiere y nos aprecia,
gente que ha sido el soporte y el apoyo en momentos de desesperación...
no es fácil llorar frente a los demás, pero si es muy fácil reír...
no somos cínicos, solo guardamos esa parte porque sabemos que solo algunos
nos entienden el silencio.
Cuando pintamos a veces la decepción se apodera de nosotros,
pero nada se compara a la fuerza que recibimos cuando después de tanta lluvia,
al fin sale el sol... aceptar todo como viene es parte de una lección mayor.
Los deseos, el dolor, la decepción, las alegrías, los buenos momentos y
todo cuanto vemos en el tormentoso camino no nos hace retroceder...
no se puede ver la luz... sin antes pasar por la oscuridad...
¿por qué?
porque si así no fuera, quizá no apreciaríamos mejor la luz, ni lo que en ella hay.